Svetlana Alexiévich, Premio Nobel de Literatura 2015

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La bielorrusa Svetlana Alexiévich ha conseguido el Premio Nobel de Literatura 2015 “por sus escritos polifónicos, un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo”, según el fallo de la Academia Sueca, que reconoce por primera vez el reportaje periodístico y ha destacado que su obra profundiza en la comprensión de toda una era a través de un método “extraordinario”, un collage de voces humanas compuesto de forma cuidadosa. “Ha inventado un nuevo género literario, supera el formato del periodismo, continuando lo que otros autores han contribuido a elaborar”, señaló tras anunciar la ganadora la nueva secretaria permanente de la Academia, Sara Danius.

Alexiévich, de 67 años, era la gran favorita (de hecho, hace un año el New Yorker, entre otros medios, defendían el trabajo de la bielorrusa, así como que la Academia Sueca debía prestar más atención a la no ficción), pero mostró su sorpresa por el reconocimiento. “Lograr este premio es algo grande. Es algo del todo inesperado y casi una sensación inquietante. Pienso en los grandes autores rusos como Boris Pasternak”, dijo a los medios desde su casa de Minsk. Después, en una rueda de prensa, aseguró que respeta “el mundo ruso de la literatura y la ciencia, pero no el mundo ruso de Stalin y Putin”. Además, se mostró convencida de que de que el presidente ruso, Vladímir Putin, está llevando a su país a un “segundo Afganistán” con su campaña de bombardeos en Siria.

La Guerra de Afganistán centra su libro Los chicos del zinc (1989), escrito desde el punto de vista de los veteranos y de las madres de los caídos. En el libro recoge hechos reales y los presenta con un enfoque literario, algo que está en su trabajo desde su primera obra, La guerra no tiene rostro de mujer (1983). Ese libro, a partir de entrevistas con mujeres que participaron en la Segunda Guerra Mundial, es una suerte de novela colectiva, a medio camino entre la literatura y el periodismo. Fue además el primero de un ciclo bautizado Voces de la Utopía, donde describe la vida en la Unión Soviética desde la perspectiva del individuo.

Con ese mismo estilo, Alexiévich abordó el fracaso de la utopía comunista con Hechizados por la muerte (1994), un reportaje literario sobre el suicidio de aquellos que no soportaron el fracaso del mito socialista, y más tarde las consecuencias del desastre nuclear en Voces de Chernóbil (1997). El ciclo sobre la vida en la época soviética lo cerró en 2013 con Tiempo de segunda mano. La escritora ha firmado también tres piezas teatrales y 21 guiones cinematográficos.

Una escritora casi inédita en español

La obra de la escritora y periodista bielorrusa apenas ha sido traducida al español. Hasta ahora, sólo uno de sus libros podía leerse en nuestra lengua: Voces de Chernóbil, traducido como La plegaria de Chernóbil (extracto en español aquí). En noviembre, Debate publicará su primer libro, La guerra no tiene rostro de mujer. En 2016 llegará a las librerías Los chicos del zinc y, un año después, Los últimos testigos.

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