Reaparece y sale a subasta una biblioteca perdida de la familia Brontë, con un raro poemario manuscrito por Emily como estrella de la colección
La familia Brontë no es conocida únicamente por las obras literarias y el talento de las hermanas Emily, Charlotte, Anne y su hermano Branwell, sino que también ha pasado a la historia por poseer un tesoro de enorme valor formado por manuscritos, primeras ediciones de obras históricas de la literatura británica y multitud de utensilios, artilugios y mobiliario pertenecientes a lo más granado del mundo literario y artístico.
Es el caso de una biblioteca perdida, con un raro poemario manuscrito por Emily Brontë como estrella de la colección, que ha vuelto al espacio público tras permanecer oculta durante casi un siglo y que será objeto de una millonaria subasta organizada por la casa Sotheby’s.
La Biblioteca Honresfield
Se trata de la Biblioteca Honresfield, una colección privada reunida alrededor de 1890 por Alfred y William Law, dos industriales de la época victoriana que se criaron muy cerca de la casa donde vivían los Brontë en Haworth. La adquirieron al bibliófilo y falsificador literario Thomas James Wise, que previamente la compró en 1895 a Arthur Bell Nicholls, viudo de Charlotte Brontë que recopiló originalmente el material.
En ella podemos encontrar más de 500 manuscritos, cartas de la familia y raras primeras ediciones, como por ejemplo los manuscritos originales de Rob Roy de Walter Scott o el First Commonplace Book de Robert Burns, además de un First Folio de Shakespeare que fue vendido hace ya tiempo.
De toda la colección, lo que más ha llamado la atención es el abundante material de los Brontë, sobre todo el poemario manuscrito e inédito de Emily con diversas anotaciones a lápiz de su hemana Charlotte. Se trataría de uno de los muy raros documentos originales de Emily Brontë, de la que, por desgracia, ni siquiera se conserva una edición manuscrita de Cumbres borrascosas, publicado en 1847.
Además, el tesoro incluye cartas de la familia o una copia profusamente anotada por Patrick Brontë, padre de la familia, de Una historia de las aves británicas de Thomas Bewick, que permiten saber cómo era la vida de la familia en Haworth. Este libro es conocido por aparecer al comienzo de la obra cumbre de Charlotte Brontë, Jane Eyre, donde sirve de refugio e inspiración a la protagonista. Se espera que el ejemplar que sale a subasta alcance pujas de entre 30.000 y 50.000 libras (aproximadamente de 35.700 a 58.000 euros).
Según el doctor Gabriel Heaton, especialista de la casa de subastas Sotheby’s en literatura inglesa y manuscritos históricos y encargado de evaluar la biblioteca Honresfield, se trata de lo mejor que ha visto en los últimos 20 años, con un valor incrementado gracias al material de los Brontë.
Lamentablemente, la colección desapareció de la vista del público en 1939 tras el fallecimiento de Alfred Law, sobrino y heredero de los hermanos dueños de la biblioteca, que había permitido a estudiosos el acceso a la colección y encargó la creación de facsímiles de las obras. Durante décadas, la colección permaneció esquiva e inaccesible incluso para los académicos, salvo algunas piezas que ocasionalmente han salido a la venta. Hasta ahora.
El poemario manuscrito de Emily Brontë
Sin minusvalorar el resto de la colección, sin duda la pieza estrella de la subasta es el manuscrito de 29 poemas, escrito de la mano de Emily Brontë y editado a lápiz por su hermana Charlotte. Descrito por Gabriel Heaton como «increíblemente raro», está fechado en 1844 y permanece tal y como lo escribió la joven autora. Según Claire Harman, estudiosa de las Brontë, es un documento fundamental para entender la evolución literaria posterior de las tres hermanas. Emily mantuvo en secreto el poemario, pero su hermana Charlotte lo descubrió, leyó y anotó, calificando los poemas en esas notas como extraordinarios: «Nunca se escribieron cosas mejores», asegura.
Aunque no tenía intención de publicar los poemas, Emily Brontë cedió a los esfuerzos de Charlotte para convencerla y el poemario finalmente salió a la venta en 1846 en un volumen recopilatorio bajo los seudónimos habituales de Currer, Ellis y Acton Bell usados por las hermanas Brontë. Únicamente vendió dos ejemplares, pero supuso el impulso que necesitaban las Brontë para una carrera que finalmente fue estelar, alimentada no sólo por la calidad literaria, sino también por el misterio de las identidades detrás de los seudónimos. La brontëmanía había nacido.
Según Sotheby’s, nos encontramos ante «el manuscrito más importante de Emily que ha salido nunca al mercado, y con mucho el más significativo de los que permanecen en manos privadas». La casa de subastas destaca la extrema rareza del material original de Emily Brontë, de la que apenas nos queda alguna primera edición de Cumbres borrascosas. «Ni siquiera existen cartas suyas, ya que no tenía a nadie con quien mantener correspondencia», afirman. De hecho, se trata del único manuscrito original que se conserva y cuya posible existencia solamente se conocía por las menciones y halagos que hacía de él Charlotte Brontë en su prefacio de Cumbres borrascosas.
En palabras de Charlotte, «lo hojeé y algo más que la sorpresa se apoderó de mí: una profunda convicción de que no eran efusiones comunes, ni se parecían en absoluto a la poesía que las mujeres suelen escribir. Me parecieron condensadas y concisas, vigorosas y genuinas. Para mi oído, tenían también una música peculiar: melancólica y elevadora». Según la valoración inicial de Sotheby’s el poemario manuscrito podría alcanzar una puja de entre 800.000 y 1,2 millones de libras (entre 926.000 y 1.389.000 euros).
Otras piezas destacadas
En la colección también se encuentran primeras ediciones de Jane Eyre de Charlotte, Agnes Grey de Anne y Cumbres borrascosas de Emily. Esta última llama la atención por estar llena de errores tipográficos y algunas páginas desordenadas, debido a un pésimo trabajo editorial que ya denunciaron las hermanas en el momento de su publicación.
En declaraciones a The Guardian, Gabriel Heaton explica que, «en el caso de las Brontë, nuestro amor por su obra está muy ligado a nuestro interés por sus vidas. Estos manuscritos nos dan una idea de su creatividad, en el contexto de su existencia, lo cual es maravilloso. Yo trabajo con manuscritos literarios todo el tiempo, y Emily Brontë no es una autora que uno espere ver porque se conservan muy pocos de sus manuscritos. Así que tener algo así es simplemente electrizante».
Los lotes saldrán a la venta en tres subastas en Sotheby’s a partir de julio, con exposiciones públicas previas de los artículos en Londres, Nueva York y Edimburgo.
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