Ida Vitale, Premio Cervantes 2018

Ida Vitale

La poeta uruguaya es la quinta mujer en la historia del premio que recibe el galardón. El jurado ha reconocido la obra de una autora que es “referente fundamental para poetas de todas las generaciones” y su lenguaje «preciso, maleable, cargado de ironías y sutilezas”.


Ida Vitale (Montevideo, 1923) ha sido galardonada con el Premio Cervantes 2018, el galardón más importante de las letras españolas. La poeta uruguaya se convierte en la quinta mujer que lo recibe en la historia del galardón, otorgado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y dotado con 125.000 euros. El año pasado el premio fue para el nicaragüense Sergio Ramírez.

El ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, fue el encargado de comunicar el galardón a Vitale, que se mostró “muy sorprendida, muy agradecida y muy vital; al final ha dicho una frase muy graciosa, porque estaba abrumada por los premios desde España (también el Reina Sofía o el García Lorca): ‘Los españoles siguen igual de locos que en la época de la conquista”, explicó Guirao.

Por su parte, Sergio Ramírez ha dicho de Vitale que le “complace muchísimo entregar este premio a una mujer extraordinaria, poeta de ambos mundos, con obra reconocida en España y América Latina. Que sea una mujer de este calibre es una oportunidad extraordinaria, sobre todo viniendo de un país que se ha caracterizado por la poesía de las mujeres”.

El jurado le ha otorgado el premio a Vitale “por su lenguaje, uno de los más destacados y reconocidos de la poesía en español, que es al mismo tiempo intelectual y popular, universal y personal, transparente y hondo. Convertida desde hace un tiempo en un referente fundamental para poetas de todas las generaciones y en todos los rincones del español, este premio reconoce una trayectoria poética e intelectual (crítica y traductora) de primer orden”.

Guirao ha presidido el acto en el que se ha dado a conocer la decisión del jurado, cuya presidenta, Carme Riera, ha bromeado sobre esa norma no escrita que dicta que el premio alterna de año en año una y otra orilla del Atlántico: “Parece ser que había una norma no escrita, pero precisamente era eso, ‘no escrita’, y ahora la hemos roto”. No es la primera vez que en dos ediciones consecutivas recae al mismo lado del charco (Jorge Luis Borges en 1979 y Juan Carlos Onetti en 1980 fueron los primeros), pero era algo que no sucedía desde finales de los años 80 (Augusto Roa Bastos y Adolfo Bioy Casares en 1989 y 1990, respectivamente).

Además de unirse al selecto club de los reconocidos con el Premio Cervantes, Ida Vitale se une al aún más selecto club de mujeres ganadoras. En toda la historia del galardón, solamente cuatro escritoras lo lograron antes que ella: María Zambrano (1988), Dulce María Loynaz (1992), Ana María Matute (2010) y Elena Poniatowska (2013).

“Precisamente hemos recordado que no hay muchas mujeres premiadas y algunas incluso lo han sido cuando iban en silla de ruedas o no pudieron llegar, como María Zambrano; queremos que esta situación remita”, ha dicho Riera, que ha aludido a la edad de Vitale (95 años) y se ha mostrado convencida de que podrá “subir perfectamente la escalera para recoger el premio”, algo corroborado por Guirao: “Es de una vitalidad extraordinaria y responde a su apellido: va a subir la escalera de la cátedra y dará un salto”.

Nacida en Montevideo (Uruguay) en 1923. Vitale es una de las grandes poetas latinoamericanas y la última superviviente de la Generación del 45. Poeta, ensayista, crítica literaria y traductora, tiene numerosos reconocimientos, como el Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo (compartido con Ramón Xirau) en 2009, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2015, el Premio Federico García Lorca en 2016 o el Premio Max Jacobs en 2017.

Autora de obras como La luz de esta memoria y Procura de lo imposible, la obra de Ida Vitale muestra un lenguaje “preciso, maleable, cargado de ironías y sutilezas”. En su vida echó raíces en varios países. Empujada por la dictadura, emigró a México y vivió un tiempo en París. Desde 1990 reside en Estados Unidos.

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