Un Nobel de Literatura alternativo

Con la Academia Sueca inmersa en un escándalo sin precedentes y el premio aplazado hasta nuevo aviso, un grupo de figuras de la cultura sueca planea otorgar este año un galardón alternativo.

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Por Susana C. Gómez

Abusos sexuales, filtración de ganadores, guerras internas y dimisiones en bloque han sido algunas de las entregas del sórdido culebrón en el que lleva inmersa durante los últimos meses (años, en realidad, sólo que hasta hace poco no ha salido a la luz) la Academia Sueca, organismo encargado de conceder el premio literario más prestigioso del mundo, el Nobel de Literatura.

En este tiempo hemos hablado en varias ocasiones del escándalo que estalló a finales del año pasado cuando se publicó que Jean-Claude Arnault, dramaturgo francés y esposo de la académica Katarina Frostenson, había sido acusado de abusos por 18 mujeres. El caso salpicó a la Academia porque Arnault (acusado por la Fiscalía de violación el mes pasado) había cometido muchos de los supuestos abusos en inmuebles propiedad de la institución nórdica y, además, había filtrado la identidad de los escritores ganadores del Nobel en varias ocasiones.

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Todo ello llevó a varias dimisiones en el seno de la Academia (incluida la de Sara Danius, su secretaria permanente) y al anuncio de que este año no se entregaría el codiciado galardón. Está aún en el aire si el año próximo se otorgará un premio, dos (uno correspondiente a 2018 y otro a 2019) o incluso ninguno.

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Ahora conocemos, gracias a The Guardian, que más de un centenar de escritores, actores, periodistas y otras figuras de la escena cultural sueca han fundado una Nueva Academia y se proponen entregar a finales de este año un Nobel de Literatura alternativo que sirva no sólo para reconocer la obra de un escritor sino también como acto público de protesta por el lodazal en que se ha convertido la (vieja) Academia.

En su presentación, dicen que su objetivo es “recordar a todos que la literatura y la cultura en general deben promover la democracia, la transparencia, la empatía y el respeto, sin privilegios, arrogancia o sexismo. En una época en la que los valores humanos son cada vez más cuestionados, la literatura se convierte en un contrapoder aún más importante para detener la cultura del silencio y la opresión”.

Para que la literatura pueda seguir cumpliendo con ese papel social, explican, creen que el galardón debe entregarse este año. Ése es el único motivo de la fundación de esta Nueva Academia, que seguirá el calendario habitual del Nobel (el premiado se conocerá en octubre y recogerá el reconocimiento el 10 de diciembre): “Queremos demostrar al mundo que el trabajo cultural serio no tiene por qué llevarse a cabo en un contexto de intimidación, irregularidades o abuso”.

¿Cómo va a funcionar este Nobel alternativo? La Nueva Academia ha invitado a todos los bibliotecarios suecos para que presenten a sus candidatos. Pueden ser de cualquier lugar del mundo y el único requisito es haber escrito al menos dos libros (uno de ellos tiene que haber sido publicado en los últimos diez años). Una vez recibidas las propuestas, la Nueva Academia organizará una votación pública, que dejará a cuatro finalistas y de ellos el jurado presidido por el editor Ann Pålsson (también estarán la profesora de la Universidad de Gotemburgo Lisbeth Larsson y la bibliotecaria Gunilla Sandin) escogerá al ganador, que será un autor, según aseguran, que haya contado la historia “de los seres humanos en el mundo”.

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