Dos manuscritos inéditos de Charlotte Brontë verán la luz en otoño
Por Susana C. Gómez
La Brontë Society, que gestiona el legado literario de la familia Brontë, ha anunciado que publicará el próximo otoño un volumen con los dos últimos manuscritos recuperados de Charlotte Brontë, la mayor de las tres hermanas y autora de Jane Eyre.
Los manuscritos en cuestión son un poema de 77 líneas y un relato de 74 que se hallaban entre las páginas de un volumen que perteneció a la madre de Charlotte, Emily y Anne, titulado The Remains of Henry Kirke White y firmado por Robert Southey. El libro en cuestión fue la única posesión de Maria Brontë que se salvó de un naufragio que sufrió poco antes de casarse con Patrick Brontë. El libro, adquirido por la Brontë Society hace dos años por 200.000 libras, lleva una nota de Patrick escrita en latín en la que señala que ese libro perteneció a su “amada esposa y fue salvado de las olas. Así que deberá ser siempre conservado”.
El volumen permaneció con los Brontë (hasta que se perdió su pista en el siglo XX, durante el cual estuvo en manos de un coleccionista estadounidense) y como prueba de ello en él se aprecian notas, marcas y dibujos de varios miembros de la familia, además del poema y el fragmento en prosa de Charlotte que ahora verán la luz y una carta que su marido, Arthur Bell Nichols, escribió poco después de la muerte de la autora, en 1855.
Según indican en The Bookseller, el título que va a editar la Brontë Society (edición de lujo y limitada, al menos en principio, a los miembros de dicha sociedad) incluirá “facsímiles de los dos manuscritos, anotaciones halladas en el libro y un dibujo de Branwell, el hermano de Charlotte”, además de textos firmados por expertos en la obra de las Brontë que abordarán la importancia de este nuevo hallazgo y revelarán “nueva e importante información sobre su madre y su papel en la historia de la familia”.
Maria Brontë falleció en septiembre de 1821 de cáncer, dejando a seis hijos (cinco niñas y un niño), la menor de ellas, Anne, con poco más de año y medio. La muerte en 1825 por tuberculosis de las dos hermanas mayores, Maria y Elizabeth, dejó a Charlotte, que entonces tenía nueve años, como hermana mayor de Branwell, Emily (de cuyo nacimiento se conmemora este año su bicentenario) y Anne.
Como sus hermanas, Charlotte publicó sus obras bajo unos ambiguos seudónimos que respetaban las iniciales de cada una: Currer Bell para Charlotte, Ellis Bell para Emily y Acton Bell para Anne. Charlotte publicó en vida tres novelas, Jane Eyre, Shirley y Villette (El profesor, la primera que escribió, vio la luz tras su muerte), pero ninguna de ellas es tan reconocida y querida como la primera que vio la luz, una historia de aprendizaje (bildungsroman) protagonizada por una institutriz (como ella misma fue durante un ingrato periodo de su vida) que se publicó por primera vez en 1847.
Mia Wasikowska, en ‘Jane Eyre’ (Cary Fukunaga, 2011).
Durante la escritura de Shirley, Charlotte perdió en un lapso de ocho meses (1848-49) a su hermano y a sus dos hermanas, Emily y Anne. Charlotte también fallecería unos años más tarde, en 1855, sólo unos meses después de haber contraído matrimonio con Arthur Bell Nichols (del que tomaron las hermanas su seudónimo) y embarazada de su primer hijo.
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