La venta de libros en Cataluña cae un 10% en octubre y noviembre de 2017

La convulsa situación política que viven Cataluña y España ha afectado a la sociedad a todos sus niveles. La cultura no se ha visto inmune al ambiente de incertidumbre e inestabilidad provocado por el curso de los acontecimientos, con un descenso generalizado en el consumo de productos culturales, libros incluidos. Así, en los meses de octubre y noviembre el crecimiento sostenido que vivía el sector se ha visto frenado por un descenso de las ventas de libros en un preocupante 10% respecto al mismo periodo de 2016, según el Gremio de Editores de Cataluña.

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Estos datos se han conocido durante la celebración en la mañana del 18 de diciembre de un encuentro con medios de comunicación en el que el presidente del Gremio de Editores de Cataluña, Patrici Tixis, ha hecho balance de la situación del sector. A pesar de los números y su coincidencia en el tiempo con la conflictiva situación política, Tixis señala que culpar al ambiente enrarecido que ésta provoca puede ser meramente especulativo: “La caída del consumo nos ha afectado bastante [pero] no podemos elucubrar qué hubiera pasado si octubre y noviembre hubieran sido normales porque lo cierto es que estamos acostumbrados a vivir con cierta incertidumbre. Sencillamente se ha producido. Si no hubiera habido esta crisis política se habría podido achacar a otra cosa”, apunta.

Tixis remarca que hay cierto lugar para el optimismo, ya que se espera cerrar 2017 con un crecimiento de las ventas de un 2% respecto a 2016, cuando se facturaron 1.176,79 millones de euros, cimentado en los ingresos de meses anteriores al 1-O, en fechas como el Día de San Jordi o el Black Friday y, sobre todo, en la campaña navideña. Este moderado optimismo de Tixis y el Gremio se basa en que en realidad no ha cambiado mucho la forma de funcionar del sector a pesar de todo, incluido el cambio de sede social de algunos sellos editoriales y del gigante Planeta, al que el propio Tixis pertenece como director de comunicación corporativa. Con todo ello, el mensaje del Gremio de Editores de Cataluña es que los años de la crisis económica que comenzó en 2008, que vieron cómo las cifras de ventas cayeron hasta en un 30%, han quedado atrás aunque aún se esté en fase de lenta recuperación.

El motor editorial catalán, y español, sigue siendo el libro de papel, que aporta el 95% de las ventas frente al 5% del soporte electrónico, afirma Tixis; en cualquier caso, destaca el factor de crecimiento de estos últimos al amparo de servicios de suscripción como los ofrecidos por Amazon y otras plataformas, además del incremento en los préstamos bibliotecarios en libros digitales, así como la potencial subida del mercado de audiolibros, basada en la importante audiencia española de podcasts, de las más altas de Europa. Así mismo, menciona el importante papel de la venta de bestsellers de ficción en la mejora global de los números gracias a los 500.000 ejemplares vendidos por algunos títulos. Para el presidente del Gremio también es destacable la fuerza, según señala, de las obras publicadas en catalán, que alcanzaron la nada desdeñable cifra de 8.000 nuevos títulos, “un dato que se podría calificar de insólito teniendo en cuenta la población que habla ese idioma”, sostiene.

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Como principales problemas que afronta el sector en España y por extensión en Cataluña, Tixis marca a la piratería como la principal amenaza, aunque ésta haya descendido respecto a periodos anteriores, de 390 millones de descargas ilegales a 374; este factor supone una pérdida económica estimada que oscila entre los 150 y los 200 millones de euros en todo el país. En Cataluña, mercado editorial que aporta el 50,8% de todo lo que el sector factura en España en un año, se verían afectados por unas 75 millones de descargas ilegales y un cese de ingresos de unos 40 millones de euros. También es problemático el papel de las políticas tanto de la Administración central como de la autonómica en materia de mejoras del sector, que se han visto paralizadas o pausadas debido al marasmo político; es el caso, por ejemplo, del retraso de los Presupuestos Generales del Estado y su promesa de incentivos fiscales al patrocinio, así como los compromisos de puesta en marcha de medidas de fomento de la lectura por parte de la Generalitat, que incluían un incremento del 15% del presupuesto destinado al efecto. Estas medidas ayudarían a mejorar el tiempo dedicado a la lectura en España, unos escasos 22 minutos diarios frente a los 223 dedicados a ver televisión.

El balance del Gremio de Editores de Cataluña se publicó horas antes de la celebración de la Nit de l’Edició (Noche de la Edición) en el Ayuntamiento de Barcelona, evento que sirvió para rendir homenaje al editor Jorge Herralde, al que se le otorgó el Premio Atlàntida 2017 como reconocimiento de su labor para el fomento de la lectura. Durante el acto también se honró a las editoriales Beta, Teide, Angle, Octaedro y Viena, por sus respectivos aniversarios, además de a la editora Adriana Squilloni, que recibió el Memorial Fernando Lara.

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