Acaba septiembre y llegan las apuestas para el Nobel de Literatura

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Aunque por estas latitudes (el Valle del Guadalquivir) seguimos a más de 30 grados, el calendario dice que estamos en otoño, y el otoño, aparte de ser una de las épocas preferidas por las editoriales para sacar al mercado la artillería (entre otros motivos, con la campaña navideña en mente), es también la época en la que se entregan o anuncian buena parte de los premios gordos del mundo literario, como el Cervantes (cuyo ganador se da a conocer en noviembre, aunque el galardón se entregue en abril), el Princesa de Asturias (que este año ha recaído en el ucraniano Adam Zagajewski y que lo recibirá, junto al resto de reconocidos en el resto de categorías, a finales de octubre), el Planeta o el más goloso de todos: el Nobel de Literatura.

La Academia Sueca comenzará el lunes 2 de octubre a anunciar los nombres de quienes recibirán los Nobel en las distintas disciplinas, y aunque el de Literatura no tiene fecha confirmada, se dará a conocer probablemente el primer o segundo jueves de octubre.

Para calentar el ambiente, un año más se desatan las especulaciones, las quinielas y, por supuesto, las apuestas. Y no usamos el término apuestas en sentido figurado, sino literal. En la casa de apuestas Ladbrokes se puede apostar por el ganador del Nobel de Literatura. Según Ladbrokes, los favoritos para este año son Ngũgĩ wa Thiong’o (su triunfo se paga 4 a 1), Haruki Murakami (5 a 1), Margaret Atwood (6 a 1) y, empatados en el rango del 10 a 1, aparecen Amos Oz, Claudio Magris y Javier Marías.

Más abajo están algunos de los nombres que suelen figurar año tras año como candidatos, como Don DeLillo, António Lobo Antunes, Ismaíl Kadaré, Joyce Carol Oates, Philip Roth, John Banville, Juan Marsé, Ursula K. Le Guin, Thomas Pynchon (si se armó revuelo el año pasado con la ausencia de Bob Dylan nos preguntamos qué haría el esquivo Pynchon si lograse el galardón…), Milan Kundera

La verdad es que no sabemos lo fiables que son estas apuestas y, por muchas cábalas que se puedan hacer tomando como punto de partida a los ganadores de ediciones anteriores (si el año pasado ganó Dylan, un autor estadounidense conocido, este año debería tocarle a un escritor, puede que escritora, de otro país y más desconocida), lo cierto es que no es fácil adivinar por quién va a decantarse el jurado en esta ocasión.

En el sexteto de favoritos del que hablábamos más arriba hay autores de sobra conocidos. Murakami, un fijo desde hace unos años en las quinielas, es autor de títulos como Tokio blues (Norwegian Wood), Kafka en la orilla, 1Q84 o Underground y su última obra publicada en español es De qué hablo cuando hablo de escribir. La canadiense Atwood, de moda estos últimos meses por la adaptación a televisión de su imprescindible El cuento de la criada y cuya Alias Grace está siendo también llevada a la pequeña pantalla, ha firmado también volúmenes como El asesino ciego, Oryx y Crake, Resurgir, La mujer comestible o El año del diluvio, entre otros.

El israelí Oz, por su parte, tiene en su haber ensayos como Las voces de Israel, novelas como Mi querido Mijael o la autobiografía novelada Una historia de amor y oscuridad. El italiano Magris (profesor y traductor además de escritor) ha publicado obras de teatro y relatos, además de ensayos como El Danubio o Microcosmos. Y el español Javier Marías (del que hablamos hace poco por aquí con motivo de la llegada a las librerías de Berta Isla) es traductor, editor, miembro de la Real Academia Española y autor de relatos, artículos, ensayos y más de una decena de novelas, entre las que destacan Corazón tan blanco, Mañana en la batalla piensa en mí, Negra espalda del tiempo y la trilogía Tu rostro mañana.

El menos conocido de los favoritos es quien encabeza hasta ahora las apuestas: el keniano
Ngũgĩ wa Thiong’o.

Ngũgĩ es novelista, ensayista, dramaturgo, periodista, editor y activista y su trabajo abarca desde crítica social y literaria hasta cuentos infantiles. En la actualidad es profesor de Literatura y Literatura Comparada en la Universidad de California en Irvine y su campo de estudio y su especialidad es la literatura poscolonial. Ngũgĩ nació en la Kenia que aún era colonia británica y su familia tomó parte en la Rebelión del Mau Mau que durante los años 50 clamaba por la independencia del país. La revuelta, duramente reprimida por los británicos, terminó en 1960. Tres años después Kenia conseguía su independencia.

Ngũgĩ dedicó sus primeros trabajos a la rebelión y a la lucha por la independencia, no sólo política, sino también cultural. Su pelea por conseguir que en las escuelas africanas se enseñase lengua y literaturas africanas y no inglesas, unida a su denuncia de las vicisitudes que debían afrontar en el día a día los jóvenes de esa Kenia descolonizada le granjearon no pocos enemigos y, de hecho, un año en la cárcel como preso de conciencia. Allí fue donde decidió que se exiliaría de su país en cuanto fuera puesto en libertad y que dejaría de escribir en inglés sus novelas, ensayos y relatos. Desde entonces lo hace en gikuyu, su lengua materna.

El autor ha publicado tres entregas de sus memorias (la primera, Sueños en tiempos de guerra, está traducida al español; los otros dos volúmenes son In the House of the Interpreter y Birth of a Dream Weaver), ensayos como Descolonizar la mente y varias novelas, entre las que destacan No llores, pequeño, Un grano de trigo o El diablo en la cruz.

Sin duda y sin conocer, admitimos, nada de la obra de este autor, su trayectoria resulta sobre el papel suficientemente interesante como para que su candidatura sea tomada en consideración. ¿Tiene más méritos que el resto de favoritos o que el resto de candidatos? Eso ya se lo dejamos al jurado; a ver con qué nos sorprenden dentro de unos días.

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