La distopía tecnológica de ‘Black Mirror’ tendrá una vida paralela en tres libros
Vivimos en un entorno sociocultural en el que la tecnología domina cada vez más aspectos de nuestras vidas, en el que la inteligencia artificial y la realidad virtual son actores cada vez más protagonistas de la actualidad y en el que la incertidumbre económica, política y de seguridad amenaza con convertirse en un enemigo oscuro y temible.
En este contexto, no es de extrañar que la oscura e inquietante serie de televisión Black Mirror, emitida actualmente por Netflix y antes de eso en Channel 4, haya captado más atención y curiosidad aún de la que ya tenía, lo que ha podido conducir a la próxima publicación de una miniserie de libros basados en el universo del programa creado por Charlie Brooker.
Para el que no la conozca, la narrativa de la serie explora algo tan actual como la relación y el conflicto entre la humanidad y la polémica sobre-saturación tecnológica. Sus capítulos nos trasladan a mundos en los que entra en cuestión el vínculo entre lo real y la realidad a la que nos trasladan los avances en la tecnología, algo que ya preveía el filósofo Jean Baudrillard cuando hablaba de la imposición del simulacro de realidad sobre la realidad tangible. Este simulacro o hiperrealidad, muy al estilo de Black Mirror, podría ser interpretado por las personas (algo que ocurre con los personajes de la serie en este caso) como más reales que lo real en una inversión de términos realmente inquietante que está más que presente en Black Mirror y que es de esperar también en sus libros.
Para esta aventura transmedia, Brooker será el editor de tres volúmenes de contenido totalmente original, y no adaptaciones de lo emitido por la serie. Cada uno de estos libros contendrá tres novellas y serán la base del nuevo universo expandido de la provocadora serie de ciencia ficción.
Charlie Brooker, creador de Black Mirror. Foto: Netflix
En palabras de Charlie Booker, las narraciones de esta colección de libros serán “todas historias nuevas de Black Mirror de autores emocionantes, lo que es una perspectiva feliz. Aparecerán en un nuevo formato de alta tecnología conocido como “libro”. Al parecer, sólo tienes que echar un vistazo a algún tipo de código de tinta impreso
en papel y las imágenes y sonidos aparecen mágicamente en tu cabeza,
plasmando la historia. Suena extraño para mí, pero ya veremos”.
Los libros los publicará el próximo año Penguin Random House a través de su filial Del Rey y, aunque se sabe que la base será el mundo de la serie televisiva y que los autores de las historias serán varios, se desconoce aún el nombre de los escritores que prestarán su pluma en esta aventura. Al hilo de esto, en The Guardian apuestan por nombres como Stephen King, Neil Gaiman, Margaret Atwood, Ted Chiang o Gyles Brandreth como posibles candidatos.
Desde aquí nos atrevemos a añadir a ese prestigioso listado otros nombres.
En primer lugar al siempre inquietante y provocador Douglas Coupland, cuya obra siempre ha estado salpicada por la relación entre seres humanos en un contexto social complejo y dominado en cierto modo por un entorno tecnológico alienante. Es el caso de su obra Player One: What Is to Become of Us (2010), donde a través de la visión de uno de sus personajes traslada al mundo real las actuaciones que uno tendría en el de los videojuegos del tipo de mundo abierto, sin olvidar el abanico de adicciones a este universo virtual tan en boga actualmente y que provocarían cierto grado de deconstrucción de los personajes. Otras obras donde Coupland investiga estas facetas son jPod (2006), Generación A (2009) o Microsiervos (1996). Sin ser obras de ciencia ficción pura, sí que son referentes que exponen las contradicciones de la sociedad respecto de su relación con la evolución tecnológica.
Otra de las propuestas que hacemos es Mark Z. Danielewski, autor de La casa de hojas, novela de difícil clasificación y nada convencional tanto en historia como en estructura, lo que la convierte en todo un desafío para el lector. Se trata de una buena representante de lo conocido como literatura ergódica, por la que el escritor somete al lector a un alto nivel de exigencia al pedirle que lleve a cabo acciones que pueden condicionar la experiencia y la narrativa, que llega a ser altamente interactiva al importar mecánicas que muy bien podrían recordar a las de los videojuegos.
Peter Tieryas, creador de Estados Unidos de Japón (2016), también podría participar en este proyecto. Esta novela que mencionamos es, además de un best seller mundial, una actualización sin complejos de El hombre en el castillo de Philip K. Dick, ejemplo paradigmático de las ucronías que tan bien encajan en Black Mirror y también adaptada a la televisión. En la novela de Tieryas, Japón ganó la Segunda Guerra Mundial sometiendo a Estados Unidos, donde un grupo de rebeldes usa la tecnología de los videojuegos para proponer a los jugadores que imaginen un mundo diferente en el que su país fue el vencedor del conflicto.
Por último, también creemos que Dave Eggers sería un buen, aunque quizás poco esperado, candidato para formar parte del elenco de escritores de las novellas de Black Mirror. Decimos esto por El Círculo, la última y reciente novela del autor de Boston, también adaptada hace poco al cine. En ella, Eggers examina las relaciones de las personas con un mundo cada vez más tecnificado en el que las redes sociales y las empresas de tecnología imponen casi una rendición de la privacidad y del concepto de persona en favor de una conciencia de grupo que conduce a la inevitable alienación de la individualidad.
La publicación de esta serie de libros de Black Mirror coincide con una explosión, puede que también moda, de la distopía, ucronía y ficcion especulativa en literatura, cine y televisión. Desde la improbable llegada de Donald Trump al despacho oval de la Casa Blanca, estos géneros han experimentado un repunte tanto en creación de nuevas historias como en popularidad de los clásicos. Títulos como 1984 de George Orwell, El cuento de la criada de Margaret Atwood (recientemente adaptada a la televisión), Un mundo feliz de Aldous Huxley, El hombre en el castillo de Philip K. Dick o el menos conocido Nosotros de Evgueni Zamiátin han visto crecer sus ventas en forma directamente proporcional a la incertidumbre provocada por las acciones del mandatario estadounidense.
No es la primera vez que una serie de televisión hace una incursión transmedia en territorios ajenos. La icónica Lost (Perdidos) es un ejemplo paradigmático de este tipo de movimientos. Para empezar, los creadores de la serie construyeron toda una realidad externa al show que estaba formada por páginas web de las empresas que salían en sus capítulos, un videojuego titulado The Lost Experience que enriquecía la narrativa y también una novela, Bad Twin, supuestamente escrita por el ficticio autor Gary Troup, uno de los supervivientes de vuelo 815 de Oceanic Airlines. Todo esto contribuía a extender la significación de la historia a través de diversos medios, lo que propiciaba una mayor fidelización de los seguidores de la serie.
Otro gran ejemplo de este tipo de prolongación transmedia es, sin duda, la acometida por George Lucas con el popular Universo Expandido de Star Wars. Es bien conocida la enorme cantidad de novelas, cómics, series de televisión y videojuegos que continúan la narración comenzada con las películas de la epopeya galáctica a través de medios alternativos que llevan su narración a un público aún mayor.
El primer volumen de la serie de libros de Black Mirror llegará a los estantes el 22 de febrero de 2018, el segundo en otoño del mismo año y el tercero a lo largo de 2019.
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