El Gobierno convoca ayudas para librerías… con mucha letra pequeña

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Foto: Juhan Sonin

El Gobierno ha convocado una ayuda de 150.000 euros para las librerías, subvenciones directas para su modernización y revalorización que buscan “la preservación del papel de las librerías como una muestra del patrimonio cultural común“, según indica la disposición publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). En dicha disposición se dicen cosas como que “la lectura es una herramienta básica para el desarrollo del pensamiento” o que “solo una potente red de librerías en todo el país, capaz de ofrecer no sólo los libros de rápida rotación sino también un amplio fondo bibliográfico, puede garantizar el acceso igualitario y diverso a la cultura por el conjunto de la sociedad”.

Todo muy bonito, ¿verdad? Vamos ahora a las condiciones.

Como decíamos al principio, son 150.000 euros, una partida de la que podrán beneficiarse, como máximo, 50 librerías. Sí, 50. Si el establecimiento en cuestión facturó menos de 600.000 euros en 2014 se llevará un tope de 3.000 euros. Si facturó más de esa cantidad, 6.000 (esa cantidad supondrá el 80% de la inversión que se va a dedicar a la mejora; el librero debe poner el otro 20%).

¿A qué se pueden destinar estas ayudas?

a) La renovación tecnológica mediante 1) la creación o mejora de páginas web y 2) la ejecución de cualquier otro proyecto que mejore el acceso de los lectores a la oferta legal de contenidos digitales.

b) La ejecución de obras en el establecimiento siempre y cuando supongan una clara mejora de su espacio cultural. Las obras deberán tener, por finalidad, mejorar la prestación del servicio, la accesibilidad del público lector a las instalaciones o adaptar la librería a los nuevos hábitos de compra y oferta de libros.

c) La puesta en funcionamiento de aquellas librerías que van a ser o hayan sido traspasadas en el último año así como aquellas otras que, a causa de una catástrofe o circunstancia excepcional, hayan sufrido fuertes pérdidas.

Además de lo anterior, hay ciertos requisitos administrativos y técnicos para optar a las ayudas (en el BOE está el listado completo, que aquí presentamos resumido):

–Tener como actividad principal la venta de libros.

–Disponer de un establecimiento físico, abierto al público general, que cuente con dos años de antigüedad.

–Uno de los socios, el representante legal o administrador debe estar personal y directamente involucrado en la actividad ordinaria de la librería.

–Tener a disposición del público una oferta de títulos (no ejemplares) igual o superior a 3.000. En el caso de librerías especializadas en literatura infantil y juvenil el número de títulos se reducirá a 1.500.

–Contar con algún medio de prescripción de libros para los lectores que podrá adoptar la forma de una revista, un boletín, un blog o una página web.

–Usar las herramientas tecnológicas de la cadena de libro. Las librerías deberán acreditar el uso de SINLI así como de DILVE o CEGAL EN RED o LIBRIDATA.

Y, aunque se cumpla todo esto, una librería puede quedarse fuera de esta convocatoria si cae en alguna de estas causas de exclusión:

No dispone de establecimiento físico o no cuenta con un horario comercial habitual.

–Tiene una superficie inferior a 75 metros cuadrados o superior a 300 metros cuadrados.

–Su fondo está mayoritariamente compuesto por libros escritos en lenguas extranjeras.

–Su superficie o volumen de ventas de libros de segunda mano ocupa al menos un 50%.

Y, por si fuera poco (el texto original es muy largo; no sé cuántos libreros serán capaces de llegar hasta el final, porque estos requisitos tumban casi a cualquiera), el BOE también explica los criterios de evaluación, en los que se tendrán en cuenta cosas como “el interés técnico que el proyecto pueda tener para la modernización de la librería así como su relevancia cultural […] se valorará la consonancia del proyecto con la trayectoria de la librería y la colaboración tanto con otras librerías como con otros agentes del sector”, “la trayectoria cultural de la librería” o que “proporcionen datos sobre la disponibilidad de títulos y sus ventas a través de Cegal en Red – Libridata” (parece que hay que estar en Cegal en Red o Libridata sí o sí).

No tenemos a mano un censo detallado de las librerías españolas, así que no sabemos cuántas tienen fondos de más de 3.000 libros (nuevos y en español), superficie entre 75 y 300 metros cuadrados y editan revistas, boletines o blogs. Ni que decir tiene que excluir las librerías online no nos parece demasiado acertado, como tampoco dejar fuera a quienes venden libros de segunda mano o en lenguas extranjeras. Suponemos que, como de costumbre, esto es en realidad una ayuda encubierta a las editoriales españolas, a las que interesa, obviamente, que se vendan más libros, nuevos y en español. 

Por cierto, si alguien se anima a jugar a esto, tenéis sólo 15 días hábiles, y piden muchísimos papeles, así que corred.

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