Una cita a ciegas con un libro
Probablemente conozcáis la campaña Cita a ciegas con un libro (Blind date with a book) de la librería australiana Elizabeth’s Bookshop. Libros de los que el potencial comprador ignora no sólo su portada, sino también su autor y hasta su título. Sólo puede ver algunas frases, a modo de etiquetas, que la librería incluye en el envoltorio anónimo en que presenta las obras.
La noticia, que nos llega a través de Design Taxi, es que la iniciativa ha sido tan popular no sólo en la misma librería sino, sobre todo, en internet y redes sociales, que el establecimiento se ha decidido a vender estas obras camufladas también online.
Australia nos pilla un poco lejos, pero nos preguntamos si algo así tendría éxito en el resto del mundo. ¿Compraríamos un libro sin saber siquiera quién lo ha escrito? ¿Sólo con un par de frases o etiquetas que un librero selecciona?
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